Lunes, 8 de mayo de 2023 a las 12:15
Salón de Actos de la Facultad de Ciencias, Universidad de Extremadura, Badajoz
En el marco del Proyecto Metaciencia
Patrocinado por la Fundación Tatiana, II Convocatoria de Proyectos Docentes y Culturales sobre Liderazgo y Humanismo Cívico
La revolución de la IA: ¿Qué nos hace humanos?
Al hilo del impacto mediático de ChatGPT (y antes LaMDA) hablaré de qué significa ser libre, si una máquina puede ser libre y –tal vez lo más interesante– si nosotros mismos, seres humanos, podemos decir que somos libres.
Entrada estrechamente relacionada: ¿Puede ser libre una máquina computacional?
Ya está disponible la grabación del evento:
Por cierto, que en el minuto 47 aludo a la famosa frase de Shylock en El Mercader de Venecia, y digo que el personaje era interpretado por Robert De Niro, pero en realidad era Al Pacino (¿nadie los confunde igual que yo?).
Si nos pincháis, ¿no sangramos? Si nos hacéis cosquillas, ¿no reímos? Y si nos ofendéis, ¿no nos vamos a vengar?
Hola Gonzalo. Desde el blog de Manuel Alfonseca, he entrado aquí y he visto el enlace al acto donde vas a hablar. ¿Se va a retransmitir? Lo voy a publicitar entre algunos amigos que tengo en la facultad de Ciencias de Extremadura. Lo mismo hasta tenemos algún contacto común por allí. Si me escribes al correo (aquí lo puedes encontrar, https://github.com/JaimeArboleda, es para no copiarlo y que esté a la vista de los web crawlers) te puedo dar más detalles 🙂
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Hola Jaime, encantado.
Esto me responden de la organización: «Lo vamos a grabar y se subirá a YouTube pero no en streaming».
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Genial! Pues estaré al tanto. 🙂
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Buenas
Génova, me gustó la charla, bien expuesta y administrando las pausas con la intención de mover a la reflexión a los asistentes in situ y online.
Respecto al comentario que hiciste de Descartes, que el autor francés nos quiere espíritus puros, se me ocurre el siguiente punto. La evolución en clave darwinista se entiende como un proceso de desarrollo espacio-temporal en el que la criatura humana mejora o progresa o se dirige a un estado de perfección individual y social. O al menos así lo entiendo. Es decir, la travesía evolutiva es de abajo arriba, describe el paso del animal al humano perfeccionado o trascendido de su condición primitiva.
Ahora supongamos que el proceso es inverso, tenemos a espíritus puros adimensionales que deciden encarnar y evolucionar en clave darwinista de animales a hombres y mujeres capaces de crear sociedades avanzadas, armoniosas y justas. Aquí la dualidad se presenta inevitable por las leyes físicas y químicas que rigen el universo (tridimensionalidad, electromagnetismo, gravedad, acidez, alcalinidad). Dualidad en el sentido que el espíritu puro tiene un vago recuerdo de su naturaleza trascendente y adimensional que fricciona con el universo mecanicista y quimicista tridimensional.
En este contexto la filosofía es importante al efectuar una reflexión que permite acceder al conocimiento de nuestra naturaleza de espíritus puros que han de lidiar con el universo material. Escépticos, socráticos, estoicos, epicúreos y algunas escuelas orientales inciden en la exploración del aspecto trascendente de la personalidad humana. Es decir, el espíritu puro no se halla al final de la cadena evolutiva sino al principio. La tarea del filósofo es manejar con habilidad el autoconocimiento, autodeterminado en su libertad de conocerse.
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Gracias, Trenchtown.
La hipótesis que planteas (teoría de la reminiscencia, de Platón) me parece poco plausible, por el mismo motivo por el que me parece poco plausible cualquier dualismo: ¿cómo puede interaccionar un espíritu puro con el mundo material? Es algo que ya los primeros discípulos de Descartes notaron con gran incomodidad. Siendo poco plausible, no considero que sea un punto de partida muy fructífero para reflexionar sobre lo que somos nosotros.
No obstante, sí pienso que tenemos una naturaleza trascendente, en el sentido de que no somos pura materia. La pura materia sería aquello que se puede explicar completamente mediante interacciones físico-mecánicas, y nosotros no somos así, luego no somos pura materia. ¿Qué somos entonces? Somos seres vivos, con una forma de ser que manifiesta dualidad de aspectos, aspecto material y aspecto espiritual. Aspecto es «lo que se ve», lo aparente, lo que se manifiesta en los actos del ser vivo. Lo recalco para distinguirlo del dualismo de sustancias, que sería la unión de dos cosas diferentes, cada una con su propia realidad autónoma. Te remito a una entrada anterior, en la que por cierto ya debatimos: La materia y el espíritu no son cosas, sino aspectos.
No somos espíritus puros encerrados en un cuerpo material. Somos, en cambio, espíritus encarnados, carniformes; o mejor aún, carne espiritual, carne viva, materia pensante, materia que no puede explicarse solo de modo físico-mecánico.
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Interesante charla, Gonzalo. Me habría gustado asistir.
Dices que la característica esencial de la libertad es la autodeterminación como condición necesaria y suficiente: si tenemos autodeterminación entonces somos libres; si no, no.
Utilizas los términos computacional y algorítmico. ¿Te refieres a lo mismo? En tu opinión, ¿qué sería un sistema computacional no algorítmico?
También dices que el software (ordenadores, robots, etc.) es un sistema algorítmico y, por lo tanto, no puede ser libre por más complejo que se diseñe el programa. Es necesario buscar, por lo tanto, sistemas computacionales no algorítmicos como, en mi opinión, la computación cuántica o las redes neuronales (casualmente tenemos bastante de eso entre las orejas).
Así pues, para investigar la autodeterminación debemos usar sistemas no algorítmicos con los que hacer experimentos controlados. Quizá sea necesario diseñar un sistema de redes neuronales cuánticas (!) para hacer estos experimentos, pero no me parece imposible. Un sistema tal quizá sirva para descubrir la autodeterminación en un sistema no humano o quizá demuestre que tampoco los humanos tenemos autodeterminación.
Quizá la autodeterminación sea solo una ilusión provocada por la consciencia: como somos conscientes de que hemos tomado una decisión inferimos que ha sido nuestra voluntad la causa de la decisión tomada. Y, a posteriori, construimos todo un relato causa-efecto que justifica la ilusión que percibimos.
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¡Hola, Arturo, bienvenido!
(Puse esta respuesta por error primero en la siguiente entrada, luego lo retiré y lo traje aquí.)
>> Utilizas los términos computacional y algorítmico. ¿Te refieres a lo mismo? En tu opinión, ¿qué sería un sistema computacional no algorítmico?
Me refiero a lo mismo. Por tanto un sistema computacional no algorítmico… no sería nada.
En esto me remito a la concepción original de Turing, que habla de «computación efectiva» o «método de cálculo efectivo». Ahora mismo no estoy seguro de en qué momento habla de «algoritmo», si es que llega a denominarlos así. Pero está claro que sus nociones corresponden a la noción clásica de algoritmo.
>> Es necesario buscar, por lo tanto, sistemas computacionales no algorítmicos como, en mi opinión, la computación cuántica o las redes neuronales (casualmente tenemos bastante de eso entre las orejas).
Por lo que yo sé, la computación cuántica sigue siendo algorítmica. Lo que puede obtener un computador cuántico sigue siendo algo computable, o sea, entra dentro del paradigma de computabilidad de Church-Turing.
Las redes neuronales artificiales son perfectamente algorítmicas. Las redes neuronales cerebrales (naturales) son algo muy diferente, bastante mal conocidas hoy en día, y muy probablemente no algorítmicas/computacionales.
Esas hipotéticas redes neuronales cuánticas que mencionas seguirían siendo algorítmicas/computacionales, por lo tanto no autodeterminadas, por lo tanto no libres.
>> Un sistema tal quizá sirva para descubrir la autodeterminación en un sistema no humano
Una cuestión espinosa. La autodeterminación no se puede verificar empíricamente, tampoco en los humanos. ¿Cómo sabemos que nuestro interlocutor es un ser inteligente y libre? Pues, hablando con ello, o con él o ella (en caso de ser un interlocutor sexuado).
– Pero es que me pueden engañar…
– Claro que sí. Lo siento mucho.
– ¿Entonces no hay una prueba definitiva?
– No, no la hay.
Al menos, prueba empírica. Porque una prueba empírica se basa en un criterio objetivo definido a priori. Y cuando has definido un criterio a priori, es en principio posible construir una máquina que lo satisfaga.
>> Quizá la autodeterminación sea solo una ilusión provocada por la consciencia: como somos conscientes de que hemos tomado una decisión inferimos que ha sido nuestra voluntad la causa de la decisión tomada.
Entre esta alambicada explicación y aceptar la realidad de la autodeterminación, prefiero esto último. Es una explicación más sencilla (navaja de Ockham). Y, sinceramente, pienso que la razón para pensar que la autodeterminación es una ilusión es la aceptación del dogma hiperdeterminista.
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Hola,
me ha gustado también mucho la charla. Al verla, cuando criticabas el dualismo cartesiano, me surgió la duda de cómo entiendes personalmente la relación entre la mente y su sustrato material, pero veo en los comentarios que ya has remitido a otra entrada tuya donde eso está tratado: La materia y el espíritu no son cosas, sino aspectos.
Me parece un punto de vista interesante, pero no termina de dejarme satisfecho… Es, quizás, la pregunta filosófica que más me inquieta, y nunca he conseguido encontrar una respuesta satisfactoria… Gracias en todo caso por la labor que haces, muy inspiradora! A ver si saco tiempo y puedo escribir algunas de esas dudas que me surgen.
Un saludo!
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